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Un chiller o enfriador es a simples palabras, una máquina utilizada para enfriar líquidos; generalmente agua.

En muchas industrias, se requiere un sistema de enfriamiento para la correcta operación de equipos que generan mucho calor. Por ello, un chiller es la herramienta ideal que se necesita para suministrar agua a las temperaturas requeridas por el equipo. 

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Para entender la importancia de utilizar agua destilada en estos equipos, es necesario explicar su funcionamiento: ¿Cómo funciona un chiller?

Los chillers tienen 2 principales conductos: el primero por donde entra agua y el segundo por donde sale.

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Estos 2 conductos se conectan al proceso o máquina que requiere refrigeración; básicamente el agua se enfría en el chiller, por medio de un intercambio de temperatura, sale fría y entra a la máquina en donde el proceso mismo se encarga de volver a calentarla, por lo tanto expulsa agua caliente que vuelve a ser enviada al chiller para enfriarla nuevamente.

En resumen, como un circuito cerrado, el agua caliente se enfría dentro del chiller y sale nuevamente fría para entrar a refrigerar la máquina destino.

Debido al constante flujo de agua, lo más apropiado es utilizar agua destilada que no contiene sales ni minerales, pues si se utiliza agua de la llave, las sales que se encuentran en ella pueden cristalizarse con los cambios de temperaturas y generar obstrucciones que provocan que la máquina se sobrecaliente y se dañe.